¿Es el sufrimiento humano uno de los ingredientes de los alimentos que compras en el supermercado?
Llevamos investigando desde 2018 las políticas de los mayores supermercados para comprobar si protegen a las personas que producen nuestros alimentos o si dejan de lado los derechos de sus trabajadores y trabajadoras.
Los primeros resultados fueron indignantes: ninguno de los supermercados hacía lo suficiente por garantizar los derechos humanos fundamentales de los miles de personas que hacen posible que los alimentos lleguen a nuestros supermercados y hogares. Algunas personas trabajan duro durante todo el día produciendo alimentos para el resto cuando ellas mismas no tienen suficiente que comer.
Nos has acompañado a la hora de exigir cambios: tuiteando, enviando correos electrónicos y participando en acciones en supermercados. Y durante los cuatro años que llevamos cuestionando las prácticas de los supermercados, la mayoría de ellos han comenzado a tomarse en serio los derechos humanos en sus cadenas de suministro a nivel mundial, tomando medidas importantes para adoptar un enfoque basado en los derechos humanos con el objetivo de acabar con el sufrimiento de las personas que producen nuestros alimentos.
El activismo funciona. Pero aún queda mucho por hacer.
Aunque algunos supermercados estén haciendo más que otros, en general, todos carecen de políticas y prácticas que sirvan para garantizar una protección adecuada de las personas que producen nuestros alimentos. Las vulneraciones de los derechos laborales continúan siendo un problema generalizado y sistémico, y la pandemia de COVID-19 no ha hecho más que exacerbar las desigualdades en las cadenas de suministro de alimentos a nivel mundial.
Comprueba la puntuación de tu supermercado en nuestra tabla actualizada: