Es indiscutible que la pandemia de Covid-19 ha afectado a toda la población, sin embargo, no lo ha hecho a todos por igual, los últimos doce meses han puesto en evidencia que los grupos más excluidos, oprimidos y vulnerables, como las niñas y las mujeres en toda su diversidad, se han visto afectados de manera desproporcionada por su impacto. ¿Cómo podemos construir un mundo más igualitario y resistente? Aquí hay algunas lecciones que el equipo de ¡Basta! ha aprendido sobre el cambio de normas sociales para poner fin a la violencia de género durante los primeros cuatro años de campaña. Necesitamos desmantelar las normas patriarcales.
Hemos tenido muchas oportunidades de escuchar a activistas feministas de más de 30 países, desde Cuba hasta China y Papúa Nueva Guinea, mientras co-creamos e implementamos la campaña "¡Basta!". Durante más de cuatro años, hemos estado trabajando para movilizarnos junto a los y las jóvenes que quieren vivir en sociedades libres de violencia de género, acompañándoles mientras impulsan medidas audaces contra las normas patriarcales que sustentan dicha violencia. La nueva realidad inducida por la pandemia de Covid-19 demuestra la relevancia de esta colaboración.
Visto desde una perspectiva de género, los efectos de la pandemia fueron inmediatamente evidentes. Se ha informado de un número creciente de violencia de género en muchos países que introdujeron bloqueos como medidas para reprimir la propagación del virus. En todo el mundo, las mujeres han sido las primeras en perder sus trabajos, han asumido las mayores responsabilidades del trabajo de cuidados no remunerado y se han enfrentado a un acceso restringido a los servicios de salud sexual y reproductiva. Aquellos que enfrentaban discriminación debido a su edad, raza, etnia, género, sexualidad, condiciones de salud y estatus migratorio antes de la pandemia vieron multiplicados los riesgos y el impacto de la exclusión social y económica.
Si bien el efecto adverso sobre las niñas y las mujeres es realmente alarmante, la falta de consideración a menudo total por sus vulnerabilidades en las respuestas Covid de la mayoría de los países es impactante. Según el rastreador de respuestas de género Covid-19 del PNUD, menos del 15% de los países introdujeron medidas para abordar la violencia contra las mujeres y las niñas y para apoyar a las mujeres que enfrentaban inseguridad económica. Mientras hacen la vista gorda, las mujeres encuentran otras formas de hacerse oír. En 2020, vimos un aumento en las protestas feministas por el acceso a abortos seguros, medios de vida, participación política y poner fin a la brutalidad policial en lugares como Polonia, Turquía, Nigeria, Argentina e India. Cuando el patriarcado priva a las mujeres de sus voces, ellas se levantan.
Escuchar a las activistas feministas y amplificar sus voces ha sido prioridad de la campaña Basta. Es este proceso hemos aprendido a través de esta colaboración global algunas de las lecciones que son más cruciales que nunca en 2021 (el informe de progreso completo está disponible en inglés y en español).
Hacer lo invisible, visible con datos
La Organización Mundial de la Salud pide a los países que recopilen datos desglosados por género sobre los efectos de Covid-19 en hombres y mujeres, porque los datos y la información hacen visible lo invisible. De manera similar, hemos extraído y explorado información sobre cómo los sistemas de creencias sociales afectan la prevalencia de la violencia de género. Los resultados de la investigación que dirigimos en doce países de América Latina destacan ocho normas patriarcales clave: desde el derecho de los hombres al control del cuerpo de las mujeres hasta las ideas distorsionadas del amor romántico, que contribuyen a las altas tasas de violencia de género en la región. En Rusia, Bolivia y Filipinas, los activistas documentaron experimentos sociales que ponen a prueba las normas y actitudes sociales hacia los sobrevivientes de la violencia. Los datos ayudan a exponer la naturaleza sistémica de los problemas sociales y ofrecen vías de solución. Es por eso que incluso después de los cierres, continuamos recopilando historias y datos en línea, para adaptar la campaña y seguir siendo relevantes incluso en el contexto de la nueva realidad de la pandemia.
Nada de nosotras sin nosotras
Los capítulos nacionales de "¡Basta!" La campaña ha sido co-creada y codirigida por mujeres y jóvenes. La campaña “Evoluciona” en Cuba se asoció con la Federación Nacional de Mujeres Cubanas, y “ACTÚA Detén la violencia” en Bolivia fue co-diseñada por quince organizaciones juveniles locales. La creación de espacios para el liderazgo de las organizaciones juveniles y feministas fomenta la propiedad y la autenticidad de la campaña y les permite decidir los métodos para transmitir mensajes clave y abordar el cambio de norma patriarcal identificado. En Bolivia, la campaña incluyó concursos de memes y campamentos de campaña; en China, parodias feministas; en Rusia, maratones de redes sociales. Durante el cierre, en asociación con LATFEM, "¡Basta!" Los activistas de diez países de América Latina crearon “Cuarentenials”, una serie de cómics digitales sobre las experiencias de los jóvenes con la pandemia. La co-creación permitió que la campaña estuviera profundamente arraigada en la experiencia de quienes en última instancia necesitan liderarla.
El poder de la narración creativa
Hacer frente a una emergencia global hace que sea aún más importante contar historias convincentes que capturen corazones y mentes. Las historias que contamos dan forma a nuestra sociedad y cómo funciona. Desde sus inicios, el programa "¡Basta!" La campaña incluyó artistas en su diseño y despliegue por este motivo. El arte callejero, la poesía, el cine, la danza, el teatro, la ilustración y la música nos ayudan a imaginar el futuro sin el patriarcado y la violencia que sustenta y en la que prospera. Durante los 16 días de activismo contra la violencia de género en 2019, la campaña realizo un Cypher que reunió a 35 poetas, artistas de la palabra hablada y músicos de 15 países para hablar en contra de la tolerancia social generalizada de la violencia de género. El contenido en español del Cypher llegó a más de 17 millones de personas en todo el mundo. El año pasado, la pandemia nos llevó a celebrar la resiliencia y la solidaridad feministas a través de recetas para #EncerrarAlPatriarcado (#LockdownPatriarchy).
En la nueva Estrategia global de Oxfam para 2020-2030, Oxfam nombra al patriarcado como uno de los sistemas de opresión que debemos desmantelar para eliminar la desigualdad extrema. Como la pandemia de Covid-19 continúa mostrándonos, el patriarcado no es un problema con el que solo las feministas tengan que lidiar, debe ser abordado por todos. Esfuerzos globales como la campaña "¡Basta!" rompe el status quo y nos permite a todos unirnos a aquellos que son constantemente excluidos y privados de su voz; dado que el patriarcado es algo que todos debemos trabajar juntos para cambiar, el trabajo global arraigado en realidades locales como esta es vital.
Queremos compartir el increíble trabajo y las lecciones que hemos aprendido con la esperanza de que otros lo utilicen para decirle ¡Basta! a la violencia de género. Hemos recopilado lo que hemos aprendido en un informe de progreso, que está disponible en inglés y en español. Si desea mantenerse actualizado con nuestra visión del desafío al patriarcado, siga a @SayEnoughCampaign y @Oxfam en las redes sociales.